Google presentó el jueves en Nueva York y Londres un nuevo modelo de los portátiles Chromebook, que se suelen fabricar con Samsung, Lenovo, Acer y HP. En esta ocasión se llama Pixel, a diferencia de los anteriores, pesa más (1,5 kilos), cuesta mucho más (1.300 $ solo con conexión wifi; o 1.500 en el caso del modelo con 4G) y dura menos de cinco horas. Su atractivo es la mejora de la calidad de imagen y pantalla táctil, y por esta razón se llama Pixel.
La serie Chromebook de Google nació en 2011. Era un ordenador con respiración asistida. Ya que todo se encuentra en la nube, todo el mundo está conectado siempre a Internet, y el precio no es muy caro. Google apostó por este ordenador prácticamente sin disco duro.
Pese a esa idea de conexión permanente y, por tanto llevarlo siempre encima, era pesado (alrededor de kilo y medio) y caro (500 euros). A su favor, por supuesto estaba que el propietario no tenía que preocuparse por actualizaciones de programa ni por virus, todo venía ya incluido y se actualizaba automáticamente. Como ni Google ni ninguno de sus fabricantes dieron jamás cifras de ventas, parece patente que fue un fracaso absoluto. Entre medio crecía el huracán de las tabletas.
Hace cuatro meses, Google y sus aliados volvieron a la carga con otros Chromebook. Concretamente el de Samsung. Lo mejor era que su precio se reducía a la mitad: 249 dólares (187 euros). Parece que tuvo algún éxito, pues ayer, cuando Google presentaba el Pixel, sí que daba algunos datos sobre ventas: desde que salió hace cuatro meses, cada día es el portátil más vendido en la lista de Amazon. Cuando quieren sí que hay registros (incluso dicen que es el 10% de las ventas de portátiles en Currys PC World, una cadena de electrónica del Reino Unido.
Pero este modelo que acaban de sacar hace dos días, pesa mucho, es muy caro, tiene poca duración, pero mejora en la visión de pantalla de la imagen, y su pantalla es táctil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario